Me encantaría disponer de una etnografía del mundo intelectual español, o quizá mejor un manual que sirviera de guía para corresponsales, hispanistas y otros forasteros que se atrevan a adentrarse en lo que Gregorio Morán ha acertado en llamar un bosque de letrados. Sospecho que un manual así me hubiera ahorrado bastantes meteduras de pata…
